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Alcaraz se cita con Rune y tendrá su último encuentro contra Nadal

Alcaraz se cita con Rune y tendrá su último encuentro contra Nadal

El torneo de los Seis Reyes, ya estratosférico por los protagonistas y los premios a repartir, ofrece también un duelo de partidos, Rafa Nadal-Carlos Alcaraz durante la gira de despedida por Baleares. Un espectáculo final de fuegos artificiales, emociones y sentimentalismo, porque este es el último choque entre las dos partes de una misma realidad: un soberbio tenista que juega con la mano izquierda 22 Grand Slams y un legado irremplazable y con la derecha de pura juventud. que aprendieron de los demás a asumir responsabilidades con garantías.

Son Carlos Alcaraz y Runa Holger, hijos del mismo año, aunque sus carreras comenzaron casi al mismo tiempo, las carreras de cada uno de ellos son significativamente diferentes. El español es idolatrado porque, a sus 21 años, ya suma cuatro Grand Slams (US Open 2022, Wimbledon 2023, Roland Garros 2024, Wimbledon 2024) y doce títulos más, un N°1 en 2023 y un puñado de récords iniciales. Se espera al danés porque maneja bien la raqueta, tiene físico y fuerza, pero no logró alcanzar los objetivos previstos para él. Su palmarés incluye cuatro trofeos: Múnich, Estocolmo y el Masters 1.000 de París en 2022 y Múnich en 2023.

Pero comparten adrenalina y juventud en este escaparate de los Seis Reyes donde tendrán que luchar por un puesto en semifinales contra Rafael Nadal. Rápido en sus movimientos, muy potente en sus golpes bajos, sin el más mínimo desgaste en ninguna acción defensiva y ofensiva. Un espectáculo que predijeron sería este choque cuando los dos fueron invitados.

6-4 y 6-2 en el que demuestra que no le falta energía en esta última parte de la pista, otra lección aprendida del año pasado y que pone en práctica con muchos tiros potentes desde la línea de fondo y saliendo a regresar enloquecido y para alejarse de la multitud.

Tienen la misma edad y han jugado el mismo tenis, por lo que es poco probable que el partido involucre peloteos de más de cinco golpes. No es necesario, porque sin tiempo para estrategias, ponen potencia en cada bola, haciéndola volar por esta pista supersónica.

No se expresan al cien por cien porque todavía hay camino y títulos importantes en juego, pero dejan huella de quiénes son, trabajando duro y entregando caídas, globos, facilidad, picardía, pocos pero completos intercambios. de fuerza, e incluso algunos cayeron sin consecuencias físicas, lo que, sin embargo, afectó a Alcaraz, que consiguió desequilibrar a su rival en la octava partida. Un break que certificó con tres grandes saques para cerrar el primer set a su favor.

El resultado es bastante importante, pero cada vez que Alcaraz pisa la cancha tiene la oportunidad de aprender, mejorar y más aún, en una demostración, probar situaciones y tiros para sumar a su directorio oficial. Eso es lo que intenta hacer en el segundo capítulo, en el que el danés mantiene la bandera de la alta velocidad, pero el porcentaje de eficacia y calidad baja. Fue una buena hora de juego que el público celebró, pero tampoco hay que cansarse demasiado.

El equipo ya disfruta de este Nadal-Alcaraz del jueves, incluso no está la tecnología y no canta una bola muy evidente que ponga la broma en la última parte del choque. Camina aún más rápido porque Alcaraz tiembla como siempre y Rune gira. No hay más partido porque el español, como todos, quiere imaginar cómo será el partido final contra Nadal y está decidido en este entrenamiento multimillonario de alto nivel a ir a descansar.

«Me gusta condiciones, incluso si la pista tiene algunos obstáculos. Al principio sufrí un poco para salir, pero luego encontré soluciones y me sentí mejor», comentó el español tras la victoria.

“Crecí viéndolo. Él es mi ídolo. Lo admiro mucho. Nadal es una persona muy importante en mi carrera porque es una de las razones por las que soy tenista. Es un privilegio poder volver a jugar, aunque será un poco complicado para mí. No entrené con él, pero no le hablé de tenis, sino de la vida. Me voy mañana con todo. No me sorprende que entrene bien, siempre golpea muy fuerte, siente muy bien el balón. Es una leyenda, aunque se despida seguirá jugando buen tenis. Pero iré tras él sin miedo”, dijo sobre su oponente en semifinales. «Por ahora elijo su derecho porque acabo de empezar mi carrera», concluyó.

Por Cochi Roldán Durán

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