La postura estricta del presidente Donald Trump respecto a la inmigración, ya sea legal o no autorizada, está suscitando inquietudes acerca de sus potenciales repercusiones desfavorables en la economía estadounidense. Desde que comenzó su mandato a inicios de 2025, Trump ha endurecido las políticas para limitar la llegada de inmigrantes, una de las promesas fundamentales de su campaña electoral. No obstante, especialistas señalan que estas acciones podrían provocar efectos negativos, como la escasez de trabajadores, un debilitamiento del crecimiento económico e incluso un incremento en la inflación.
Límites que afectan a la inmigración regular e irregular
Entre las acciones promovidas por Trump destacan la reducción de solicitudes de asilo en la frontera sur y la cancelación de vuelos para refugiados ya autorizados. Estas medidas, combinadas con un discurso más severo hacia los inmigrantes, han generado un entorno más adverso que podría desincentivar incluso a aquellos que buscan entrar legalmente en el país.
Jorge Loweree, director ejecutivo de programas en el American Immigration Council, mencionó que las políticas actuales no reconocen la dependencia que Estados Unidos tiene de los trabajadores inmigrantes, vitales para diversas industrias. “La verdad es que en este país necesitamos la mano de obra inmigrante, y las medidas de Trump podrían acarrear grandes consecuencias para muchas industrias”, expresó Loweree.
A pesar de su discurso, Trump ha tratado de balancear su enfoque restrictivo con propuestas como la creación de un programa de visa de “tarjeta dorada”, destinado a atraer a extranjeros con altos recursos económicos. No obstante, los analistas indican que estas iniciativas no logran compensar la esperada reducción en la inmigración legal provocada por el entorno restrictivo.
A pesar de su retórica, Trump ha intentado equilibrar su enfoque restrictivo con propuestas como la introducción de un programa de visa de “tarjeta dorada”, dirigido a atraer a extranjeros adinerados. Sin embargo, analistas señalan que estas iniciativas no compensan la disminución esperada en la inmigración legal debido al entorno restrictivo.
Mano de obra inmigrante: un recurso vital para la economía
Sectores como la construcción, la agricultura y la atención médica confían enormemente en los trabajadores inmigrantes. Según Giovanni Peri, profesor de economía de la Universidad de California, Davis, las políticas restrictivas podrían agravar la falta de personal, lo que incrementaría los costos en industrias esenciales como la alimentación, vivienda y turismo. “Con cada vez más estadounidenses retirados, un aumento en la inmigración realmente favorecería al mercado laboral y al crecimiento económico”, señaló Peri.
Industrias como la construcción, la agricultura y la salud dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante. Según Giovanni Peri, profesor de economía en la Universidad de California, Davis, estas políticas restrictivas podrían intensificar las escaseces de personal, lo que a su vez elevaría los costos en sectores clave como alimentos, vivienda y turismo. “En una situación en la que habrá muchos más estadounidenses jubilados, más inmigración realmente beneficiaría al mercado laboral y al crecimiento de la economía”, explicó Peri.
Repercusiones económicas y sociales
Impacto económico y social
Además, Trump ha declarado su intención de expulsar entre 15 y 20 millones de personas como parte de su agenda migratoria. Este plan, que resultaría logísticamente complicado y caro, podría agravar la falta de trabajadores en sectores cruciales de la economía. En especial, los inmigrantes constituyen más del 20% de la fuerza laboral en áreas como la agricultura, la construcción y el transporte, por lo que las expulsiones masivas podrían detener el funcionamiento de estas industrias.
Una estrategia que podría fracasar en sus objetivos
Una política que podría no cumplir sus objetivos
Aunque Trump busca posicionarse como un defensor de los trabajadores estadounidenses, las consecuencias de sus políticas podrían ser contraproducentes para el crecimiento económico y la estabilidad del mercado laboral. Los expertos coinciden en que un enfoque más equilibrado hacia la inmigración sería más beneficioso para la economía.
En lugar de fomentar una solución integral, las restricciones actuales parecen estar creando más problemas de los que resuelven. La disminución en la inmigración legal y el aumento de las deportaciones no solo podrían ralentizar el crecimiento económico, sino también incrementar los costos para las empresas y los consumidores.
La mano dura de Trump con la inmigración, lejos de ser una solución, podría convertirse en un obstáculo para el desarrollo económico y social de Estados Unidos, un país que históricamente ha dependido de la diversidad y el talento de los inmigrantes para prosperar.