El empate del Atlético de Madrid (1-1) en Anoeta, pese a recuperar la tercera plaza liguera, demostró una vez más la falta de ambición y la ineficacia ofensiva del equipo dirigido por Diego Simeone. A pesar del impresionante arsenal ofensivo disponible esta temporada, el equipo mostró un vacío preocupante tras el primer gol de Julián Álvarez, que se convirtió en el segundo fichaje más caro de la historia del club.
juego defensivo
Tras abrir el marcador, el Atlético pareció desistir de buscar el segundo gol, optando por una estrategia defensiva que acabó cavando en su propia área. Este partido terminó con el empate de Sucic, facilitado por un error de Rodrigo de Paul. La situación recordó a los partidos de Balaídos y San Mamés, aunque en esos casos el equipo consiguió salir victorioso en el tiempo añadido.
La decisión de Simeone y el papel de Javi Galán
En ese contexto, el lateral izquierdo Javi Galán disfrutó de su primer inicio de temporada después de haber sido prácticamente ignorado por Simeone hasta el momento. Su inclusión fue otra prueba para los entrenadores mientras continúa encontrando el equilibrio adecuado en su entrenamiento. Gallán, que marcó el primer gol, fue uno de los pocos aspectos positivos del partido, aunque su presencia en el equipo fue limitada.
Al final del partido, Simeone elogió a Galán destacando su trabajo defensivo ante el habilidoso Kubo. Sin embargo, sus comentarios plantearon la pregunta: si Gallant se está desempeñando tan bien en los entrenamientos, ¿por qué no ha tenido más oportunidades en el once titular?
El Atlético de Madrid llega al parón internacional a siete puntos del líder Barcelona y a cuatro del Real Madrid, lo que genera serias dudas sobre la dirección del equipo de Simeone. La falta de ambición en ataque y las decisiones tácticas del técnico siguen siendo criticadas mientras la afición espera un cambio que devuelva emoción y espectáculo al partido.