El primer spot de la temporada lo produjo el Real Betis Baloncesto. en el pabellón Vicente Trueba de Torrelavega, estadio del último jugador que ya no estuvo. Contra todo pronóstico, el equipo verdiblanco se descarriló en una noche aciaga que se vio afectada primero por la mala defensa ante Bulic y que se vio arruinada en la segunda parte por una serie de circunstancias. Es cierto que el arbitraje no ayudó y enturbió al Betis, pero la derrota no se explica ahí, sino en los errores propios del equipo, castigados por una defensa inconsistente durante todo el partido, por sus problemas con los rebotes y el desconcierto general de su parte atacante. Sin nadie, Benit se fue, trayendo luz a la oscuridad. Los cántabros capturaron diez rebotes más que su rival (34-24) y consiguieron una victoria que alegró la invencibilidad del conjunto albiverde.
Al comienzo de la velada, había poco que predecir el resultado final. Porque el Betis Baloncesto está en pleno apogeo con hambre de puntos y una mirada dominadora y autoritaria. Este Radoncic anotó un tres y Kasibabu con seis metros inmediatamente nos invitó a frotarnos las manos. Y más cuando, como si fueran Zippy y Zappe, Renfro y los Benites conspiraron como manipuladores, proveedores y ayudantes. Tras cuatro puntos extra de Radoncic, muy inspirado, el Betis ya volaba a gran velocidad y se acercó al 7-15, rápidamente anulado por un 9-0 cántabro (16-15) que no les frenó. Respondieron con el mismo remedio a cada triple local en un primer cuarto muy generoso en cuanto a anotación (21-25).
Vi el aro del Betis como una piscina, transmitiendo muy buenas sensaciones en ataque en un partido abierto y con mucho ritmo, un viaje de ida y vuelta a toda velocidad que no les vino como a otros. Un escenario opuesto al que vivió en Alicante por ejemplo. En Torrelavega el partido se jugó a otro ritmo y el campo parecía más grande. Cvetkovic debutó al inicio del segundo cuarto y, tras convertirse en distribuidor, sirvió dos puntos más en bandeja de plata al Kasibabu (21-29). Son los mejores minutos del congoleño como verdiblanco, generando juego desde el poste alto a sus compañeros y ayudando en el hat-trick de Domenech (23-32), su primera rotación en la alineación desde la baja de Rubén López.
El Betis apareció desde el bloque central, moviendo el balón rápidamente para llevarlo a las esquinas. Hugo No falló su disparo de 4.60 (26-34) y de inmediato se fue al banquillo. Una vez más, Renfroe y Benite se hacen cargo de las operaciones, una alianza sin el impacto del primer acto. Jelinek hizo una triple parada y Kasibabu, al igual que De Bishop, cometió la segunda falta. Y el arbitraje fue de lo más estricto, pero nada influyó en el Betis, que castigó una y otra vez la laxitud de la defensa cántabra. Jelinek así lo hizo, deslizándose hacia la cocina, dejando atrás la vigilancia; y también Renfrow, anotando tras un rebote ofensivo (30-41).
Los locales tuvieron problemas, pero no tiraron la toalla y se pusieron 6-0 (36-41), que tras el tiempo muerto forzoso siguió subiendo con Bulich, ya totalmente desatado (38-41). A los verdiblancos no les faltó talento ante la talentosa zaga eslovena, que anotó 15 puntos al descanso. El set se puso 9-0 tras una falta técnica al técnico verdiblanco, que buscaba desesperadamente la banda. Beniteh, privado de un tiro exterior, puso fin a esta preocupante racha con una bandeja que selló el segundo cuarto (39-43). A estas alturas del espectáculo ninguno de los equipos era un titán en defensa y eso se reflejaba en los porcentajes de tiro: 56% y 51% respectivamente, aunque el Betis acumulaba diez tiros más que su rival.
El liderazgo y la soledad de Benite
Alex Suárez, en el descanso sin goles, anotó dos más uno, a lo que Romarik Belemene respondió con un triple y recibió una inmediata contrarrespuesta de Bendido (42-49). Romaric domina a Radoncic en defensa y ataque, convirtiéndose así en el aliado de Bulic. Por primera vez en el partido sentimos que al Betis le faltaban puntos… de sus centrales, que tampoco ganaban las entradas. Radoncic ya tenía cuatro años y De Bishop cinco. Una carencia mitigada por el liderazgo y compromiso de Benite, que en los momentos más difíciles parece hacer el papel de líder. Sin tener su día de tiro, ya estaba en cifras dobles (46-52), pero el brasileño se quedó muy solo. Necesita más solistas a su lado que no suban al escenario en una noche gris, en general de todo el equipo.
Rakocevich, el ex verdiblanco, ajustó al máximo el marcador en una serie de triples que beneficiaron a su equipo: sacó el tercero de De Bishop, metió un triple y asistió al implacable Bulic para poner el 53-53. Era oficial: el Betis estaba sufriendo. Y muchos otros. Porque no entendió el juego y no tapó el rebote en el que el Grupo Alega Cántabra hizo bandera. La fragilidad defensiva del Betik era evidente y en ataque se apagaba. Era un equilibrista que fallaba incluso los tiros penales. Afortunadamente para sus intereses, los tres locales bajaron las persianas. Este no es el caso de Jelinek (53-56).
El Betis tuvo que defenderse. Kasibabu cometió otra falta cuestionable en el contraataque y el banquillo del Betik, nueva técnica. Los porcentajes bajaban y el 54-56 al final del tercer segmento presagiaba un último cuarto impresionante. Littleson acertó desde el perímetro (57-56) tras otra toma del ataque local y Vega lo repitió (60-56), aunque inmediatamente Alex Suárez lo suavizó (60-59) ante el ruido norteño. El Betis sigue encajando un rebote tras otro. Sangraban por esa banda cuando Benite y Vega intercambiaron triples (65-64). Punto a punto, con bonificación de penalti a su favor desde el minuto seis, los verdiblancos se mantuvieron a flote. A las 16:30, Rakocevich ponía el 70-69 y Littleson se lo ponía difícil al Betis marcando sobre la bocina (72-69). Gonzalo le impidió tocar las teclas.
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Grupo Alega Cantabria (21+18+15+27): Herman Martínez (4), Littleson (14), Romarik Belemene (10), Bulic (19), Cande Kiely (4) -quinteto titular-; Sánchez Barkin (-), Vojzo (5), Ramírez (-), Javi Vega (11), Cabasele (-), Rakocevich (14), Hund (-).
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Real Betis Baloncesto (25+18+13+20): Renfroy (2), Benite (17), Radoncic (11), Suárez (6), Kasibabu (11) -quinteto titular-; Hughes (8), Cvetkovic (4), Pablo Marín (-), Domenech (6), Rubén López (-), DeBishop (1), Jelinek (10).
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Jueces: Cheka Nebot, Chueka Moreno, Sierra Carrillo. No hay eliminación por falta personal. Cuarto día del primero de febrero. Pabellón Vicente Trueba.
Rakocevich, «el verdugo»
Con 75-71, Hughes remató un atronador mate con una mano. Benite y Rakocevic son veteranos, asumen responsabilidades, negocian, buscan ventajas… y cometen errores. Littleson, magistral en el revés, hizo la tarea casi imposible a los verdiblancos a falta de 46 segundos para el final (79-74). Hughes presionó (79-76), el Betis jugó duro para defender y tuvo el último balón suelto de una noche para olvidar. Rakocevich entró por detrás y pasó a toda velocidad. Álex Suárez y parece que el ex verdiblanco lo celebró con furia y miradas en el banquillo del Betis, donde casi no quedó nadie de su breve paso por el Sevilla. Fue una celebración desconcertante, rayana en lo anecdótico, al pie de la primera derrota del conjunto verdiblanco, que perdió su imbatibilidad donde quizás menos se lo esperaba. Así de inescrutable puede ser el 1 de febrero.